Nunca cerró ventanas
su cuerpo seguía con aromas ajenos
los bichos se acumularon en los silencios
apilados juntos a los libros.
Nunca me amo
sin embargo encendió la intimidad de los pudores
balbuceando idiomas ajenos a lengua
las caderas se extraviaron en lo perfecto.
Nunca notó que abrió su alma
en sus ojos dormí
con sus manos domestique a los bichos
los marqué incestuosamente con sangre
siempre seremos mutuos
aunque los polvos huelan a otros nombres.
(del poemario AVERSIÓN)
Siempre es mejor sonreir... aunque el doctor te mire y te diga Liz estamos en problemas, 14 kilos sobre peso ... y tu solo riaa, y el diga bueno asi y todo serás una gordita bella.
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