sábado, 3 de octubre de 2015

Denni zu lectura en cafe lilit

1 comentario:

  1. Bravo Denni...que bueno que incursiones en la Prosa...también escribes muy bien, son muy entretenidos tus cuentos...Los Calzoncillos del Tata de un humor negro, negro igual me hizo reír e imaginar la situación tragicómica de ese momento.

    De las serendipidades que alguna vez creo haberte comentado...te dejo un poema que tiene el mismo nombre del café donde recitaste...y que lo dediqué a la mujer original...la primera,...ella fue antes que Eva...los sentimientos traté de sacarlos desde el corazón del propio Adán...me imagino

    Suerte el todo...ojalá te guste el poema de humilde servidor...

    Lilith

    Una costilla imprecisa
    en el borde de algún mar,
    acantilada, filosa y fría,
    como témpano de invierno.

    La tibieza de Eva, “la obediente”
    Fue la ola que vino a reemplazar
    tu silueta original,
    con sargazos más aferrados y fieles
    a la sal de las lágrimas.

    Subías y bajabas a tu antojo,
    Libertina,
    Colgada de mi cuerpo
    entre sábanas de tiempo,
    lino que borró la arena.

    Volabas sin rumbo, sin destino
    Libre,
    como pedazo de nube,
    como país sin bandera.

    Mientras chocabas con la nada
    y flotabas por tu ausencia de peso,
    te alejaste lejos, lejos,
    muy lejos,
    en el vacío,
    donde egoístamente
    quise inventarte fronteras,
    constreñirte entre muros,
    lastres,
    y puntos finales.

    Fuiste,
    la palabra que cayó a mi beso,
    murmullo que cerró mi boca,
    Cuajo pequeño que atrapó mi corazón,
    Lápida que sepultó mi pecho,
    Llanto de niño sin su leche materna,
    Tibieza ausente e Intrincada
    de la curvatura de tu seno.

    Dios te inventó para mí,
    Para hacerme compañía,
    Pero algo debe quedarte muy en claro,
    Yo no te busqué,…,
    …., nos encontramos.
    ------o-----
    Adreano Cenecalde

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