La proxeneta de las letras
quiero, obtener tus gemidos
sí,
olvídate, de quien castró tu pantalón
acaríciate, como si fueras una trompeta
bésame suciamente
con esa libido de borracho cocainómano
rásgame la espalda con tu euforia
mi lengua ansiosa, desea podar cada centímetro de tu
dicha
recitar todas exclamaciones en dialectos nativos
no, pares…
el servicio no acaba
hasta que tu boca
pronuncie un te amo.
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