Los Calzoncillos del Tata.
7
AM, escuche a Juan gritar mi nombre, muy agitado, me extrañó pues era muy temprano, medio somnoliento le abrí la puerta…
Jadeaba
… no era capaz de pronunciar palabra
alguna…
repetía
lo vi, lo vi…
¿A
quién?
Al
viejo.
¡Que!!
Imposible.
El viejo murió hace 4 semanas, ¿ Juan?
Acompáñame.-
dijo apuntándome al cementerio
Estás
loco, pasa siéntate y tomate un café.-
¡No
quiero café!!
¡ACOMPAÑAME!
grito.
Pude
sentir su miedo, el escalofrió recorrió mi cuerpo, un trozo de hielo deslizándose
por mi espalda.
[Disimulé]
Juanito,
son las 7 de la mañana es muy temprano, hueles alcohol ¿estas ebrio?
Noooooo,
respondió titubeante e inseguro.-
solo
me tome un cortito, ver al viejo me dejo tiritón.
Yiaaaa…
¿y que quería tu viejo?
“Juanito los calzoncillo” eso me tiene
retenido…
¿Qué?
Si
eso mismo le dije yo ¿Qué?
A
lo cual, él me respondió.
La
venta de las ruedas del tractor, esa plata la deje ahí antes que me diera el
infarto…
¿No
lo revisaron?.-
No,
pues ves que el doctor, le pronosticó que si no dejaba de comer carnes rojas le
daría el infarto, el forense demoró cuatro días en llegar al pueblo. Cuando
llego el tata olía mal, le cambiaron la ropa pero no los calzoncillos.
¿Y?
…
Iiiii
Tenemos
que sacarle esa plata, ese dinero lo amarra a la tierra, lo tiene en un limbo.
¿Te
quieres quedar con la plata Juanito?
Miro
con cierta desmotivación… Nooooo….
tienes
razón tal vez fue una pesadilla
¿Puedo
quedarme hoy contigo?
Claro
Juanito.
Llego
a las 10 pm con su pijama listo para dormir.
Él
dormía en el sillón…
Suéltame!!
TATA!!! SUELTAME!!! Grito con
desesperación
Sentí
y no exagero un frio más intenso por mi boca hasta terminar en la punta de mi
pies, tiritando le pregunte que pasa Juanito.
Ammmiiigoooo…
hay que sacarle el dinero al tata de los
calzoncillo, eso lo tiene en el limbo, dice que si no lo hago en tres días
vendrá por mí … (rompió en llanto) no quiero morir decía mientras sollozaba,
hincado en forma fetal.
Lo
abrase, con la mirada desafiante, me
dijo si yo me voy, tú te vas conmigo.
Sentí
su miedo.
Iremos
mañana, a lo cual el con mucha desesperación me dijo solo tres días, tres días,
tres días, tres días.
No
logre dormir, Juanito tampoco.
Nos
levantamos temprano, fuimos al cementerio…
Era
absurdo querer hacer dicha hazaña de día, pues estaba llenísimo, la tumba del
tata estaba repleta de flores… Quedamos juntarnos a las 10 de la noche.
Puntual,
llego vestido de negro, según él para camuflarse dentro de la noche, lo cual lo
encontró muy acertado y también me vestí de negro, sacamos las palas, con la
foto del tata en los bolsillos nos fuimos…
Obviamente
el cementerio estaba cerrado, habían unos perros negros muy bravos custodiando
la entrada, mire al cielo y dije tata es difícil, mejor descansa en paz…
“Imposible,
no quiero estar en este limbo”
Casi
me orine del susto al oir…
fue
Juanito quien dijo eso, diciendo el tata me lo susurro.
Tenía
tanto miedo que no sabía si era frio o nerviosismo lo que sentía, mi propia
respiración me hacía temblar, mi sombra a cada cierto rato me intimidaba.
Logramos
entrar, caminar hacia la tumba era mucho más tenebroso aparte Juan estaba en un
estado de shock constante.
Ya
en frente de la tumba del tata, empezamos a sacar las flores cuando escuchamos
ladrar a los perros acercándose hacia nosotros, me dio tanto miedo, que salí
corriendo me olvide de Juan…
Al
llegar a casa, mi corazón sonaba como un reloj tic tac tic tac tic tac…
A
los minutos llegó Juan, sollozando diciendo me quedan dos días, no me quiero
morir…
Descansa,
mañana lo haremos sin falta, duerme en el sillón
No,
dormiré al lado tuyo.
Creo
que en cierta forma yo también deseaba dormir a su lado, sentía mucho miedo.
Ninguno
de los dos logro dormir, no fui al campo a trabajar, dormí todo el día al igual
que Juan.
Al
despertar Juan sollozando me dijo: el tata nos llevara para que lo acompañemos en
el limbo… dice que es muy frío, pero tiene todo el tiempo el culo caliente…
Encontré
terrible a lo que decía, rápidamente le dije ya
vamos hacerlo de una vez.
Ya
en el cementerio llevamos unos pedazos de carne con veneno de rata para matar a
los perros… (No se me ocurrió nada más)
Los
perros comieron sin saber que sería su último bocado.
Nuevamente
en la tumba del tata retirando flores, empezamos a cavar, hasta llegar a la
cajuela [ataúd]
ábrelo
tú, me dijo…
yo
nica, ábrelo tú.
Estuvimos
como 15 minutos sorteando quien abriría el famoso ataúd, al final Juanito lo
abrió.
Al
abrirlo salió un olor petrificante, estaba lleno de gusanos, moscas y otros
bichos la carne estaba abierta y había olor a sangre seca…
Tú
sácale la plata de los calzoncillos…
¿estás
loco? si tú vas a morir y no yo.
Vendré
por ti y los dos estaremos muertos, me respondió
NO
QUIERO MORIR TATA!!!
Grito
y salió corriendo desorientado.
Quede
paralizado al ver como huía Juanito, empecé nuevamente a sentir el frio
entrando por mi boca.
Mientras
trataba de salir de mi parálisis, volvió con un palo, dijo yo no toco al tata,
metió el palo y con él trato de bajarle los pantalones, la imagen era terrible,
no la puedo describir pues he preferido mejor borrarla, en los muslos del tata
había una bolsita, me abalancé sobre ella con cierta desesperación, estaba
llena de bichos varios, la tome, vámonos… si vámonos… me respondió
Dejamos
todo abierto y nos fuimos desesperados.
Al
llegar a la casa notamos que en la bolsita había mucho dinero el cual decidimos
repartirlo a mitad…
Juanito
estaba feliz, descansa tatita decía mirando al cielo.
Lo
quedo de noche, no pudimos dormir pues escuchamos toda la noche a los pájaros
brujos que gritaban “Totue… totue…Totue”
A
medio día, Juan me dijo que lo acompañara a depositar el dinero, quise hacer lo
mismo, en el pueblo todos estaban revolucionados por la profanación de la tumba
del tata … se escuchaba a la gente murmurar “que lo habían encontrado con los
calzoncillos abajo”… “que los perros del cementerio estaban muertos”
literalmente todos pensaban que habían abusado del cadáver del tata.
Juan
me miro con cierto temor de que alguien nos hubiera visto, pues las versiones
de lo sucedido eran muy viscosas, lo mire mientras cruzábamos un auto salió de
la nada y atropello a Juan. Este murió en forma inmediata quedando todos sus
billetes esparramados en la calle.
Salí corriendo y acá
me encuentro escondido en mi casa llevo 3 días sin salir, temo que al salir
Juan venga por mí.(cuento resgistrado)
Genial de entretenido el cuento.
ResponderEliminarSlds
CN